4 A 6 PERSONAS
- ½ paquete de cochayuyo
- 100 gramos de cebolla blanca cortada en brunoise
- 40 gramos de ají verde cortado brunoise
- 20 gramos de hojas de cilantro cortado grueso
- 80 gramos de jugo de limón fresco
- Zeste de limón al gusto
- 1 diente de ajo
- 50 gramos de caldo de choros o locos (opcional)
- Sal y pimienta al gusto
Tostar el cochayuyo partido en el horno precalentado a 180º C por 10 minutos. Enfriar y luego remojar en agua hirviendo por una hora. Si aún está muy duro, blanquear (pasar por agua hirviendo) por unos minutos. Enfriar y cortar en pequeños cubos. Frotar el diente de ajo por las paredes del recipiente donde se mezclarán los ingredientes. Incorporar todos los ingredientes y condimentar con sal, pimienta y limón. Para un sabor más intenso a mar, agregar un poco de caldo de cocción de choritos o locos.
Maridaje:
Sencilla y fresca preparación que se puede servir también como aperitivo o guarnición. Un fresco Sauvignon Blanc costero de la zona de Paredones, irá muy bien por sus notas saladas y cítricas, refresca y acompaña cualquier receta con ingredientes del mar.


Cochayuyo (Durvillaea antarctica)
El cochayuyo, cachiyuyo, cochaguasca, cochahuasca o collofe, lunfo. Así va cambiando el nombre de una de las principales y más conocidas algas que se encuentran en Chile, endémicas, por cierto, del hemisferio sur. Es rica en yodo y se comercializa seco, distinto a su tronco –ulte- que se vende cocido y listo para comer en ferias y mercados del país. Hoy el cochayuyo pasa por una segunda vida, siendo utilizado en muchas y nuevas recetas que valoran su sabor y gran riqueza nutricional.