4 A 6 PERSONAS
- 4 duraznos peludos medianos, pelados
- 75 gramos de harina sin polvos de hornear
- 75 gramos de azúcar
- 5 gramos de esencia de vainilla
- 3 huevos
- 250 gramos de crema
- 20 gramos de mantequilla
- Zeste de un limón pequeño
- ½ taza de azúcar
- 500 gramos de crema para batir como acompañamiento.
Precalentar el horno a 180º C. Cortar los duraznos en mitades y reservar. En un sartén poner media taza de azúcar y formar un caramelo a fuego medio. Luego pasarlo a la base de un molde redondo de 30 cms. de diámetro. Cubrir el caramelo con los duraznos. En un bol mezclar harina y azúcar. Aparte, mezclar huevos, crema y vainilla. Agregar de a poco la mezcla de harina, integrando, hasta conseguir una pasta homogénea. Verter sobre los duraznos. Hornear a 180ºC. por media hora o hasta que la masa esté cocida y dorada. Sacar y reposar hasta enfriar. Servir con una cucharada de crema batida, helado de vainilla o aún mejor, con un fresco sorbet de duraznos.
Maridaje:
Una tarta muy simple, que celebra una de las frutas más esperadas del año. Bien fría con un vino de cosecha tardía o late harvest también bien helado (7°C.) es perfecto. Y más si es de Semillón, cremoso, suave y de dulzor equilibrado.


Durazno (Prunus pérsica)
Fruta originaria del noroeste de China, con los chilenos disponibles entre noviembre y marzo. Tienen un delicado aroma y una pulpa jugosa, amarillenta. Son un gran complemento de ensaladas, aves y mariscos, como también para refrescantes jugos y coctelería. Los duraznos nacionales son ricos en antioxidantes, vitamina A y C, sin colesterol, bajos en grasa y sodio. Entrando el verano, van apareciendo los nectarines y duraznos, de diferentes colores que terminan con la aparición de los famosos duraznos conserveros, al final del verano.