6 PERSONAS
- 400 gramos de harina sin polvos de hornear
- 1 pizca de sal
- 5 gramos de polvos de hornear
- 40 gramos de aceite vegetal
- 200 gramos de agua tibia
- Aceite para freír
- 100 gramos de miel de ulmo
- 200 gramos de murtillas en almíbar
Unir los ingredientes secos de la masa y formar un aro. Agregar aceite y agua tibia poco a poco. Amasar hasta conseguir una masa homogénea. Estirar la masa hasta obtener una masa muy delgada, de aproximadamente dos milímetros de espesor. Cortar discos de 7 cm de diámetro aproximadamente. Calentar el aceite y freír los discos. Recibirlos en papel secante. Para servir, colocar una pequeña cantidad de miel en el plato y pegar un disco de sopaipilla. Agregar una cucharadita de miel y agregar otro disco encima. Repetir hasta montar 5 a 6 discos. Dejar caer las murtillas en almíbar y servir de inmediato.
Maridaje:
La sopaipilla, presente en casi todas las mesas chilenas, es un tipo de pan frito. En el Valle Central, la masa también lleva zapallo. En el sur, sólo harina. Estos hojaldres, crocantes y deliciosos, acompañan bien especialmente las frías épocas de invierno. Un espumante rosado de Uva País no será mala idea para refrescar la fritura y acompañar la delicadeza y fragancia de las murtillas. Un final feliz.


Murtilla (Ugni molinae Turcz.)
La murta o murtilla es un arbusto endémico del centro y sur de Chile que pertenece a la familia de las Myrtáceae. Es una especie de crecimiento arbustivo, produce frutos globosos, pequeños, de agradable sabor y aroma. Los frutos son tradicionalmente utilizados para el consumo fresco y en la fabricación casera de mermeladas, jarabes, postres y licores. En la medicina casera se le atribuye propiedades astringentes y estimulantes.