- 200 gramos de changles fresco o secos hidratados
- 1 diente de ajo rallado
- 20 gramos de aceite de oliva
- 100 gramos de panceta cortada en brunoise
Pasta
- 200 gramos de harina sin polvos de hornear
- 5 yemas
- 38 gramos de semolina
- 20 gramos de aceite de oliva
- 80 gramos de puré de espinacas
Mezclar todos los ingredientes hasta formar una pasta uniforme. Dejar reposar media hora envuelta en papel film, refrigerada. Espolvorear harina en un mesón y estirar la masa finamente. Cortar la pasta del tamaño deseado y luego secarla colgando. Reservar.
En abundante agua hirviendo cocinar la pasta por 2 a 3 minutos o hasta que esté cocida.
Al mismo tiempo, sellar la panceta en una sartén caliente con aceite de oliva y ajo. Agregar los changles y cocinar por unos 3 a 5 minutos más. Colar la pasta y agregar al sartén. Rectificar sazón y servir de inmediato.
*En caso de usar changles secos, hidratarlos en agua y echar una cucharadita de ella a la sartén, al final de la receta.
Maridaje:
Esta simple preparación de solo tres ingredientes: pasta herbácea, panceta y changles (hongos tan característicos de esta zona), no necesita mayor complejidad. Un plato simple, austero y bello, que se acompaña con un País joven o un Pinot Noir sureño.


Changle (Ramaria flava)
Hongo comestible originario de la zona sur de Chile. Crece en el interior de los bosques en zonas húmedas y oscuras desde la región del Maule hasta la región de los Lagos. Con forma de coral -varias ramificaciones hacia las puntas- presenta colores que van desde el amarillo hasta tonos mas cafes y blancos. Es un alimento de gran valor ancestral para el pueblo mapuche, siendo directamente relacionado con el bosque húmedo y nativo.